domingo, 6 de junio de 2010

CAPITULO 3: Chico Guapo

-Hola, soy Brenda- le dije, con vergüenza- ¿vos cómo te llamás?

-Demetri. Sos nueva, ¿no? – me dijo con un poco de interés.

-Sí, creo que ya todos se enteraron.-

Demetri sonrió – de una manera tan hermosa que no había palabras para describirlo- , y me dijo:

-Sí, a mi también me pasó. Yo era nuevo el año pasado.-

-¿En serio? ¿Te gustó la escuela? ¿Te hiciste amigos? ¿rápido?- dije rápidamente arrastrando las palbras, aunque no es muy común en mi. Fue como un impulso. Él me miró sorprendido, pero con un poco de diversión en los ojos. Me sonrió y… “Riiiiiiiing!” Sonó el timbre y se fue.

Guardé mis cosas y me dirigí a la puerta donde estaba Samantha esperándome. Ahí fue cuando empezó el interés.

-Hola Bren, veo que ya conociste a Demetri-

-Sí- contesté mirando fijamente al piso.

-… ¿Y?- me preguntó con demasiado entusiasmo.

-E… ees… simpático- me quedó mirando como esperando a que le dé más información- ¿Qué? ¡Porqué me miras así?- siguió mirándome fijamente y sin hablar, hasta que lo dije.- Bueno, está bien… me parece lindo- dije tímidamente- Pero, por favor, prométeme que no dirás nada-

-Por supuesto, para eso están las amigas-

-Que bueno que puedo confiar en vos- le dije con una gran sensación de alivio, mientras me agarraba de la mano para ir a desayunar al comedor.

Salimos del edificio y nos fuimos al central. Subimos por el ascensor, ya que no tuvimos ganas de hacerlo por las escaleras. Entonces, entramos al comedor. Este era enorme, tenía un montón de ventanas que iluminaban el salón, y un montón de mesas y sillas. A la izquierda, había una barra llena de comida para poder elegir.

Cuando estaba eligiendo la comida, Sam me dijo que Demetri estaba sentado solo, en una mesa apartada. Así que decidimos acompañarlo. Me paré al lado de su mesa para preguntarle si podíamos, si no le molestaba, pero Samantha ya se había sentado, y parecía que ya eran amigos, ya que lo había saludado con una amplia sonrisa y le había dicho “Dem”. Supongo que ese era su sobrenombre. Además, a Demetri se le había formado una gran sonrisa.

-Hola- le dije medio tarde, pero igual me contestó.

-Hola Brenda- me dijo con voz dulce- perdón por no responderte las preguntas, me tuve… que …- pensó por un segundo- ir- concluyó.

-Ahh…- no sabía que decirle- no importa, está bien.-

-Bueno, si querés te las puedo contestar ahora- me dijo- no tengo problema-

Estábamos hablando entre nosotros dos, como si estuviésemos solo. De todas maneras, Sam no había interrumpido la conversación, aunque me hubiera gustado estar solos.

¡Arg! Las preguntas! Cierto! – Esta bien, solo quería saber si te había gustado la escuela y si habías hecho amigos- le dije.

-Sí, es muy linda la escuela, es bastante grande y bueno… amigos… sí, pero no muchos. Solo unos pocos- me dijo. La verdad es que era bastante agradable Demetri.

-Ahh… bueno, me alegro mucho.- le dije; queriendo ser tan amigable como lo era él.

Tocó el timbre otra vez, ya era hora de que me vaya a mi siguiente clase. Me levanté y en el mismo instante en que me alejaba, me agarró la mano dulcemente.

-¿Qué clase tienes?- me dijo Dem.

-Matemática, ¿por?- le pregunté, un poco confundida.

Samantha ya se había ido a su clase de Inglés en el edificio 4.

-¡Qué casualidad! Yo también me dirijo a la clase del señor Hustegber. ¿Te acompaño?- me dijo. Estaba sorprendida, pero encantada, y le respondí rápidamente.

-¡Sí!- le dije. Se lo había dicho con más entusiasmo del necesario. Se dio cuenta y se rió. Se me ruborizaron las mejillas.

De todos modos, seguimos caminando. Como quedaba lejos el edificio 2, charlamos en todo el camino de distintas cosas, como los compañeros, la escuela, los profesores, etc. El tiempose pasó volando de tanto hablar.

Abrimos la puerta, la clase ya había empezado y todos nos miraron con caras de pocos amigos. Nos sentamos atrás de todo ya que no había ningún otro lugar desocupado.

Terminó la clase y Samantha llegó al salón donde estábamos, para hablar. De repente, el profesor me llamó. Fui a donde estaba y me dijo que si me podía quedar un rato para explicarme los temas que habían visto los chicos el año pasado, y quizás yo no.

Me mostró distintas fotocopias y me sugirió que las leyera y que busque a alguien que se sepa los temas, y me los pueda explicar. Me aconsejó a Demetri.

El profesor se fue y yo me quedé guardando las cosas. Cuando me acerqué a la puerta, me di cuenta de que Samantha y Demetri estaban hablando sobre alguien, una chica. No me quize entrometer, pero me quedé escuchando – si, soy un poco chusma-.

-Sí, me parece linda- dijo Demetri, creo que un poco avergonzado.

-Jaja, bueno… pero… ¿qué es lo querés que haga al respecto?-

-Mmm… no sé, preguntarle que piensa sobre mí, haber qué contesta o algo- dijo pensativamente.

-Bueno, está bien- le contestó Sam- voy a ver qué hago.-

-Ok- dijo, parecía satisfecho.

Después empezaron a hablar de otro tema, de las materias, a ver cómo les había ido, etc.

Abrí la puerta y los saludé como si nada hubiera pasado. Seguimos caminando; y de vez en cuando Sam y Dem se miraban raro.

Llegamos a la clase de Físico-Química, con el señor Tashawa en el piso 4 también del edificio 2.

-Me voy a sentar con Carla, perdón, pero… ya habíamos arreglado.- dijo Sam.

-Esta bien… veré con quien me siento.- respondí, un poco decepcionada.

-Te puedes sentar conmigo… si quieres- dijo Dem cariñosamente, e hizo una dulce sonrisa esperanzada.

Así que no me quedó otra que aceptar. –Bueno, me parece bien.- contesté disimulando mi entusiasmo.

Me senté junto a él. Poco después llegó el profesor para iniciar la clase.

Demetri me preguntó si alguna vez había visto el tema; yo sí lo había visto -- un poco--, pero le dije que no, aprovechando la situación. Así que él se ofreció a ayudarme, y dijo que nos podíamos juntar en su casa algún día para verlo, o mejor dicho verlos, ya que me iba a ayudar en todas la materias que íbamos viendo por ahora.

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